Nos acercamos a probar el famoso cocido madrileño tradicional de este pequeño local de la zona de Retiro. Presentado como "de tres vuelcos", no escatiman en cantidades y emplean buena materia prima para hacer un cocido tradicional y sabroso. Comienzan con una sopa con mucha sustancia, exquisita; continuan con las verduras perfectamente cocidas; y concluyen con una amplia fuente de carnes, incluyendo chorizo, morcilla, carne guisada y gallo. Completito. Bien atendido por su amable personal, regado con alguno de sus vinos clásicos y redondeado con uno de sus postres caseros, permiten la sobremesa de cafés y digestivos ya que no cierran. Un plan redondo para los meses fríos.
Estilo:
El local es pequeño y los meses estivales cuenta con una pequeña terraza frente al mismo. Cuenta con una pequeña barra con 2 mesas altas frente a ella y con una pequeña sala comedor con cabida para unas 20 personas, a las que se añade una mesa redonda en un pequeño alto que hace las veces de reservado para 5 personas. La cocina es tradicional española, con los entrantes clásicos y 5 propuestas de carne y de pescado fundamentados en buena materia prima. Ofrecen además una variada selección de tapas y pintxos, postres caseros muy logrados y copas buscando abarcar el concepto "afterwork". En cualquier caso, nuestro motivo de la visita y sus principales referencias vienen de su referido cocido "a tres vuelcos" (sopa / garbanzos y verduras / carnes varias). Predomina el cliente familiar y de barrio.
Punto fuerte: El cocido madrileño es abundante y muy rico. También destaca la amabilidad del servicio.
Punto débil: La carta de vinos no ofrece alternativas novedosas.
Referencias en precio: El cocido madrileño completo son 20€ por persona + 2 del cubierto. Los vinos oscilan entre los 13 y los 25€. Los postres 6€. Su carta de pintxos/tapas se mueve entre los 3-7€.
Horario: De 12 a 02h, de lunes a domingo (permiten hacer sobremesa puesto que no cierran).
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