Estilo: La comida recoge los clásicos italianos, con la salvedad de la pizza, de la que prescinden, y con pocas sorpresas. Cabe destacar su amplia carta de vinos, que nos dijeron que renuevan periódicamente, y entre los que abundan los italianos con también opciones nacionales. El local es alargado y más bien pequeño, contando también con una hilera de mesas en la acera a modo de terraza. La decoración es muy clásica y sencilla al mismo tiempo, el personal eficiente y profesional, y podríamos calcular una media de edad de 55 años en su clientela habitual.
Punto fuerte: La pasta está muy rica (en general, toda su cocina) y el servicio es muy eficiente.
Punto débil: Resulta algo caro y la decoración del local es muy clásica.
Referencias en precio: Los antipasti y las ensaladas están en su mayoría entre 10 y 15€, pastas a partir de 13€ y carnes y pescados en torno a 20€. Postres a 6€ y variada gama de vinos de nivel medio entre los que elegir (media botella por 12€, botellas a partir de 20€). La comida sale por unos 40€.
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